jueves, 29 de abril de 2010

Cenizas

Siempre quedará el recuerdo de los buenos momentos junto a una cerveza y un día de sol.

Puede que haya acabado, pero la vida no.

Ahora esperaré, conviviré con el dolor durante un tiempo, el necesario para hacerme fuerte y resurgir como el ave Fénix.

Renovada y con las ideas claras, intentando quedarme con lo positivo y bello del amar.

Sentir esa pasión y ser correspondida. Saber que no fue por desamor, sino por la dificultad de las circunstancias.

Sin tener la menor duda de que amaste, aunque nunca lo dijeras. Quizás por miedo, quizás vergüenza. Quizás por que tornara real aquello que parecía un sueño.

Dejándome llevar por las emociones de esta vida mundana, sintiendo todo. Queriendo sentirlo.
Vivirlas al límite sin miedo a lo que pueda pasar tras unos minutos de intensas miradas.
Guardando el momento, tomando una foto para más tarde recordarlo todo.

Sin remordimientos, sin preocupaciones, sin culpabilidad, volviendo a ser libre como un pájaro. Aunque la libertad asuste.

No tengo miedo, ya no. Solo sé que soy un transeunte más, otra vida en una inmensa multitud. Un mar de lágrimas y una sonrisa. Muchas caras y una vida. Un conjunto de emociones, una solución de mis errores y un aprendizaje de los mismo.

Solo sé una cosa... Un día ya no despertaré de este eterno sueño que es la vida. Pero hasta entonces me prometo disfrutar de cada pequeño detalle, recordar lo feliz que he sido despertándome a tu lado, recordarlo y sonreír. Quedándome con lo bueno, y sufriendo cuando sea necesario, pero nunca más allá de los límites. Sólo el suficiente para madurar y reflexionar sobre los acontecimientos.



Glo.