jueves, 24 de febrero de 2011

¡Grito respeto!

Mi cuerpo, las palabras que salen de mi boca expresan respeto. Respeto hacia mis compañeros, hacia mi entorno, hacia mi modo de vida... Pero sobretodo hacia mi misma, hacia unos principios que desde pequeña me enseñaron.

¿Cómo tratamos de no ofender o dañar a los demás si los primeros a quienes no respetamos, somos a nosotros mismos?

Esta idea me viene persiguiendo durante toda la semana y necesitaba compartirla con aquellos que quieran escuchar. Con las personas que aún tengan integridad ideológica y la lleven a la práctica en el día a día.

Este texto ha surgido a raíz de la desconsideración que tienen mis propios compañeros de carrera, personas que por propio interés prefieren "colarse" en los grupos de prácticas que no les han asignado. No es que sea defensora de las normas pero creo que solo se deberían desobedecer aquellas que atenten contra la libertad y el respeto hacia los otros. No así, desobedecerlas para ser irrespetuosos con nuestros iguales, con nuestros compañeros de clase.

Trato de hacer ver que si se organizan grupos de prácticas de unas quince o veinte personas con un único profesor, a aquellos que no les venga bien quedarse otro día se "cuelen" a los horarios que les convenga para no tener que quedarse más tardes en la universidad. ¡yo también quiero más tiempo libre!¡Pero no por ello voy a perjudicar a los que tengan las prácticas ese día!.

Porque si hacemos las cuentas y a ese grupo de veinte personas se les suman otras doce, son demasiados alumnos para que un único profesor resuelva las dudas de todos.

Lo que vengo a concluir, es que no importa que cambies las prácticas con otro compañero si ambos salen beneficiados y el número de alumnos por práctica no aumenta. No es solidario, por el contrario, que se perjudique a los compañeros por ser damasiados, pudiendo no haber suficiente material para aquellos a los que sí les correspodía ese horario.
Un compañero de clase hablando con él, citó textualmene: "Porque no me apetece quedarme otras dos horas por la tarde esta semana, ya tenemos suficiente con la práctica de campo del viernes. Y además todo el mundo lo hace, si tanto te molesta hazlo tú también". No comprenden que sería mejor que nos ayudáramos en vez de putearnos, que no se trata del individualismo y que si los demás lo están haciendo mal, yo no seré otra de tantas.

Aunque me llamen tonta o así me consideren, no cederé ante la falta de respeto. No dejaré llevarme por la masa como un borrego más.
Prefiero mantener mis principios y ser la única, a traicionar a mi propia persona. ¿Porque sino somos justos estre nosotros, quién lo hará?

Glo.