martes, 14 de febrero de 2012

Placeres cotidianos

Despertarte, mirar el reloj y ver que aún quedan horas para levantarte.
Sentirte caliente dentro del edredón en invierno.
Leer en la cama.
El agua tibia recorriendo el cuerpo.
Sonreir ante el espejo.
Tomar té a la luz de la mañana.
Caminar por la calle sin prisa, conduciéndote hacia ninguna parte.
Imaginar historias de la gente que viaja contigo en transporte público.
El sol en la cara en un día frío.
Tener una profunda y larga conversación con los amigos.
Compartir nuestra vida.
Dedicarle una sonrisa a gente desconocida.
Volver a casa.
Descalzar tus pies tras un largo día.
Sentir el cálido suelo del hogar.
Cenar algo sabroso.
Lavarse los dientes.
Y soñar.

Glo.