jueves, 6 de octubre de 2011

Instante

Me siento en el borde de la silla y balanceo mis pies.
Veo como el humo asciende en forma de volutas irrepetibles, únicas. El cigarrillo se consume mientras veo pasar las horas en compañía del sol.
Solo hay eso soledad. Clara soledad.
¿Acaso en este mundo una persona puede sentise tan sola y estar, al mismo tiempo, tan acompañada?
Mis pies se detienen al rozar con la punta de los dedos una hierba más larga, una ramita algo más áspera que sobresale de las demás... Parece que mi mundo se ha detenido en ese instante. Solo yo y la naturaleza sentida a mi alrededor. Solo nosotros en la inmensidad de una masa gigante.

Glo.