jueves, 22 de julio de 2010

Hoy, mañana

Por mi espalda sube la marea.
Agua salada por las rosadas mejillas baja.
Tristeza, dolor, unidas, aliadas.
Bajo la piel, sangre y alma.
Cabizbajea la melena dorada.
Rompe el alba la tranquilidad soñada.
Figuras aterradoras, deseos añorados.
Al despertar nada.
Desaliento, rabia.
La condición humana.
Nuestra maldición.
Nuestra hermana.
Infelicidad esperando en cada esquina.
Búsqueda bajo la sombra del rosal.
Sombría soledad de la vida.

Cálida compañía.
Hoy como cualquier otro día.



Todos los días tenemos un único enemigo... El tiempo, quién nos marca los ritmos, las horas y los momentos en que podemos estar a solas. Somos prisioneros de los minutos, de cada segundo que respiramos...

Todos los días son diferentes y al mismo tiempo idénticos. Las mismas rutinas y los mismos comportamientos... Y sin embargo merece la pena seguir viviéndolos. Nunca sabes lo que te deparará mañana, aunque seguramente no te sorprenda nada.

Quiero sentir como los días se consumen, y rozan mi piel.
Quiero saber que el reloj seguirá marcando las horas tras mucho tiempo.


Glo.