lunes, 28 de junio de 2010

Tiempo para...

Disfrutar del sol, la lluvia, el agua salada del mar rozando los pies desnudos...
Ahora apreciaremos a cada momento las sonrisas que nos reodean, las tardes con los amigos...
Pero también... Es momento para pararse, hacer un alto en el camino y volver la vista atrás. Con la calma del reposo poder centrarnos en todo lo que ha sucedido y cambiado a lo largo del curso, de este año que parecía que no acabaría. En este punto, parece que es todavía inalcanzable el deseado verano.
En estos días, empiezas a desarrollar otro tipo de rutina... Levantarte tarde, organizarte el tiempo como quieras sin preocuparte de estudiar... Pero corres el riesgo de aburrirte en tanta cotidianidad, sin nada que hacer... Y sentir que pierdes el tiempo (aunque a veces no está de más rascarse un poco la barriga).
Quizás demasiado tiempo para perderse en los propios pensamientos... Sin saber cómo los hemos desarrollado hasta llegar a un punto muerto del que no obtenemos respuestas.
Con todo este tiempo te propones nuevas metas, objetivos que te gustaría cumplir... Pero que con la cantidad de minutos libres de la que disponemos, decidimos ir aplazándolo para no hacerlo nunca...

No sé cual es la conclusión de todo esto...
Supongo que la tranquilidad hace que todo de vueltas como la centrifugadora de una lavadora, dejando toda la ropa apretada en las paredes del tambor sin dejar que salga.



Glo.

domingo, 6 de junio de 2010

Confusión, miedo

En un mismo puzzle me hallo.
Grito y no obtengo respuesta.
Parece haber desaparecido el brillo.

La emoción de la apuesta.
Miro hacia abajo, solo agua.
Nada más, ni cristales ni llamas.
Amarillean los recuerdos.
Me pierdo entre las sombras.
Llego a la pared sin resuellos.
No puedo cruzar los verdes prados.
Algo me retiene.
Atada al pie de mi cama.
Grito y no obtengo respuesta.
Sola en la habitación vacía.
Llena de seguir con vida.
Acompañada de entes.
Andando a la orilla del Ebro.
Duermo.
Caigo en el eterno sueño.

Glo.