lunes, 5 de marzo de 2012

Sobre la vida...

Tengo que decir algo, pero parece que las palabras no surgen.
Solo los gestos pueden ayudarme a desenredar esta maraña de mi mente. Sólo una mirada sincera que sabe lo que debe observar.

Parece increíble como una misma frase, leída por dos personas diferentes evocan distintos momentos de nuestras vidas. Esa frase que una vez relacionada con una vivencia, no podrá tener nunca otro significado para uno mismo. Aunque cada persona la dote de su propia interpretación.

Las palabras sobre el papel no cambian, nosotros sí. Todos somos diferentes a lo largo de nuestra vida y al mismo tiempo somos los mismos. El cambio estancado.

A veces volvemos la vista hacia atrás y no reconocemos aquella persona que solíamos ser. La inocencia. No quiero perder esa infancia en el pasado, quiero que me coja de la mano y me acompañe mientras ando.

No quiero olvidar el pasado, pero tampoco quiero que él sea quién escriba mi presente. Que de él dependa en quién me estoy convirtiendo a cada minuto.

Quiero ser capaz de perdonar a todo el que me hizo daño, quedarme libre de culpa. Dejar de exigirme tanto. Disfrutar más, dejar que todo fluya.

La vida es como un río en el que el agua nunca deja de moverse. Constante, discontinua...


Glo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me guzta ^^