martes, 13 de diciembre de 2011

Quiero desaparecer

Mis pasos se dirigen firmes hacia ninguna parte, parecen parte de un automatismo que mi cuerpo ha ido desarrollando durante años.

Cada paso me produce más ansiedad, intriga, nervios... MIEDO. Ese tipo de congoja que te sobrecoge desde que te levantas hasta que te acuestas, y que incluso te persigue en sueños. Miedo a la soledad, a que esta situación se mantenga indefinida a lo largo del tiempo y que nada cambie. A la permanencia de ésta efímera vida, a que nunca avance aunque no pare de andar. Siendo este un camino en el que ninguna luz arroja esperanza.

Miedo al rechazo, a no saber lo que siento, a pensar que comienzo a ser un monstruo que no quiere sentir más dolor, ira, furia o rabia. No, no quiero sentir, no quiero crecer si para ello tengo que luchar contra todos los elementos.

Sé lo que no quiero, pero ni siquiera soy capaz de reconocer lo que me gusta. No puedo anhelar aquello que parece haberse borrado por completo, ya no recuerdo nada.
Nada excepto el dolor.


Glo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jopetas tía, tenías toda la razón, somos como gemelas que nos separaron al nacer. Estos últimos meses me he sentido exactamente igual, bueno, me sigo sintiendo igual. Dentro de una coraza, sin que nadie pueda entrar.

Adri.