Hoy me he plantado delante de mi ventana. He decidido recordar todo lo que ya ha pasado.
Echando la vista atrás veo pasar frente a mi un millón de imágenes con mucho significado. Momentos con aquellos que sé que jamás volveré a ver. Amigos que se fueron distanciando, otros que fueron arrastrados por un oleaje de discursiones y conflictos. Otras personas que no hace mucho que están ahí pero que ves venir un futuro muy largo con ellas, o simplemente personajes que dejaron una línea difusa de huellas, una pincelada imposible de recordar con claridad.
Cuerpos y emociones que nunca volverán por motivos naturales. Por el ciclo de la vida, la renovación y la muerte.
Parece curioso que cada uno de esos recortes de mi mente esté asociado a una melodía, una canción o un suave olor. Algo mucho más tangible que nos recuerda a los que nos acompañaron durante alguna etapa. A veces creemos olvidar y nos sorprendemos cuando aparece por sorpresa el recuerdo de una tarde, una noche... Junto aquellos que hirieron o que pasaron junto a nosotros.
Todo este tiempo solo me recuerda una vez más que lo que somos no lo creamos solos, ni tampoco lo vivimos en el anonimato, siempre hay alguien, aunque parezca ser un espectro, que comparte con nosotros algún minuto de nuestra existencia. Alguien que creíamos imperceptible y que sin embargo reaparece en los momentos más adecuados.
Hoy somos parte de lo que fuimos, un proyecto futuro no más allá de lo que queramos imaginar.
Glo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario